Como cada 27 de noviembre, hoy se celebra en España el Día del Maestro.
Aprovechando esta fecha, vamos a detallar las principales diferencias entre un maestro y un profesor.
A menudo, estos dos términos se utilizan como si fueran sinónimos. La palabra maestro proviene del latín (magíster), que vendría a significar más. El origen de profesor, por su parte, es profiteri y haría referencia a disponerse a hablar en público. Con el paso de la historia cada una ha ido abarcando campos distintos de la educación.
Ambos son docentes, pero se encargan de alumnos con edades muy distintas. Ninguno está por encima del otro. Popularmente en España utilizamos la palabra maestro para referirnos a aquellos profesionales encargados de dar clases en infantil, primaria y el primer ciclo de la ESO, mientras que el profesor es una persona especializada en una materia en concreto en secundaria, bachillerado u otras formaciones superiores.
El maestro como tal es el que acompaña a los niños y niñas en sus primeros años de educación. Son aquellos que adentran a los pequeños en la escritura, la lectura y las primeras materias. Los introducen en las matemáticas, música, ciencia o historia. Por ello sus conocimientos no se centran en una única especialidad, como el profesor, y debe dominar todas las ramas de la educación elemental.
En España un maestro debe haber estudiado, como poco, la carrera de magisterio. Ahí adquieren las herramientas necesarias para poder enseñar con éxito multitud de conocimientos a los pequeños. Aprenden cómo enseñar y cómo aprenden los pequeños. Sin las bases que establecen los maestros en los alumnos sería imposible que avanzaran con éxito en el largo camino del saber.
Al profesor se le requiere cualquier carrera especializada (Biología, Filología, Matemáticas, etc) y después haber completado un máster de formación del profesorado donde aprende pedagogía. Ellos son a menudo los culpables de que los estudiantes descubran a qué se quieren dedicar en la vida.
Que hoy se celebre el Día del Maestro en nuestro país es en memoria de José de Calasanz (1557 -1648).
Este sacerdote y pedagogo fue el encargado de fundar la primera escuela cristiana popular de Europa y está considerado el emblema de los docentes que hacen de su pasión la enseñanza. Un ejemplo que sigue presente hoy en día con esta multitud de maestros que afectados por la precariedad de medios se las ingenian de mil maneras -con esfuerzo y vocación- para que sus alumnos aprendan.
Fuente: lavanguardia
Siempre pensé que debía haber diferencia entre ambas palabras, pero nunca me animé a buscarlo. Igual la palabra "profesor" nunca me gustó, se me hace más formal y a su vez que crea más distancia entre el alumno y el docente, porque claro, si es exclusiva para alguien más preparado y en niveles más altos, me hace sentir más alejado puesto que yo apenas y sé nada.
ResponderEliminarAhora sé que "profesor" es más correcto para mis maestros de universidad, pero no creo poder usar la palabra, me gusta llamarles "maestras" porque siento que es más cariñoso, más cercano, suena hasta más lindo.
Aquí en España tienen la comodidad de llamar a los maestros por sus nombres y me parece guay porque siento que no hay niveles, es decir, sí hay respeto, pero me siento más cercana, no hay jerárquia marcada o más bien esta no te hace sentir menos.