jueves, 28 de noviembre de 2019

El diseño de los espacios educativos mejora el rendimiento y el aprendizaje de los alumnos

Los colegios comienzan a transformarse en lugares donde los colores, la luz o la calidad del aire juegan un papel esencial.

Escuela Ideo.

“No podemos subrayar a los alumnos que el estudio será probablemente lo más decisivo para encauzar el futuro de sus vidas y sin embargo, escolarizarlos en espacios inhóspitos, mal acondicionados, feos y deteriorados, más parecidos a almacenes que a verdaderos lugares de encuentro y aprendizaje”. Estas son las palabras del director del IES Las Musas de Madrid, José Antonio Expósito, para referirse a uno de los tres elementos básicos a la hora de enfrentarse a la transformación educativa: el cambio de método en la enseñanza, una nueva organización de los centros y los espacios físicos donde los alumnos pasan varias horas en el desarrollo de su aprendizaje.




“La sociedad actual solo ofrece a los adolescentes espacios atractivos, limpios, luminosos y cómodos en cines, centros comerciales, en el Burger King o en McDonald, que contrastan sobremanera con el aspecto lúgubre de los edificios escolares”, añade Expósito. Este es un tema, el de los espacios físicos donde estudian, aprenden y pasan gran parte de sus vidas los alumnos, que permanece en parte ajeno, aunque es parte sustancial, del debate en torno a los nuevos métodos de enseñanza y las transformaciones de la educación.

El director del IES Las Musas está empeñado desde hace años en transformar su centro con aulas dotadas de grandes cristaleras, con unos servicios luminosos donde hay espejos, luz y puertas con pestillos, con despachos donde las puertas y las paredes son también de cristal, etc. No es el único. Hay más. Podemos añadir el Luis Vives de Leganés, Felipe Trigo en Móstoles, Beatriz Galindo, y otros en Alcalá de Henares, Coslada, barrio del Pilar, etc.

No se trata de un aspecto menor. Hay estudios que relacionan las aulas bien diseñadas con un incremento del rendimiento académico. Es el caso del informe Clever Classrooms (Aulas inteligentes), realizado por Peter Barrett para la Universidad de Salford (Reino Unido). En él se destaca que “las diferencias en cuanto a la calidad del aire, la luz y los colores pueden incrementar en un 16% los progresos de los alumnos en su aprendizaje en un solo año”

Fuente: EL PAÍS

1 comentario:

  1. ¿No han escuchado a algunos estudiantes referirse a la escuela como "la cárcel"? Pues yo sí, ¿Y qué tan motivado por el estudio puede estar alguien que asocia a la escuela con una cárcel? Hay que darle una imagen nueva a nuestras instituciones, claro. Que sea más un lugar alegre que un sitio triste. Uno donde el estudiante se sienta a gusto, que logre asociarlo con sitios cómodos a los que disfruta ir, no de donde cuenta con ansias los minutos para salir. Un sitio más llamativo para ellos.

    Dejemos un poco de lado lo tradicional, tal como tanto alegamos que debemos hacer.

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