jueves, 28 de noviembre de 2019

NOTICIA: Mejorar el proceso de selección de directores y directoras, así como potenciar el conocimiento de la gestión directiva en la formación inicial del profesorado y crear redes de apoyo son algunas de las propuestas de los expertos


A los profesionales de la educación no les atrae ocupar el puesto de director o directora de un centro educativo. El cargo se percibe como una responsabilidad que conlleva una gran carga burocrática y demasiadas funciones diversas y complejas como dirigir y coordinar el centro, liderar la dirección pedagógica, impulsar la colaboración con las familias, impartir clases, realizar tareas de gestión o administrativas. Así lo asegura el informe Education and Training Monitor 2019 elaborado por la Comisión Europea.


Un ejemplo de la falta de interés por ser director o directora de instituciones educativas es lo que ha pasado en los últimos cursos en La Rioja y Aragón. En dichas comunidades las candidaturas recibidas para dirigir centros educativos no han completado las vacantes, por lo que las administraciones educativas han tenido que elegir "a dedo" a los directores y/o directoras.

A través de este monográfico, expertos y fuentes consultadas reflexionan sobre las razones por las que los y las profesionales de la educación no se postulan para desarrollar la función directiva de un centro. Asimismo, proporcionan diferentes soluciones para que más personas deseen optar al cargo.


Los motivos de la falta de aspirantes para dirigir centros educativos


A continuación, se abordan algunas de las razones por las que los profesionales de la educación descartan ser director o directora de un centro educativo.

Un proceso de selección en el que la administración tiene el mayor peso


Entre los motivos que frenan a las personas a optar por la dirección de un centro educativo está el proceso de selección: resulta complicado y la selección final recae más en la administración que en el profesorado del centro en cuestión, según las fuentes consultadas.

La selección se realiza a través de un concurso de méritos, que incluye cumplir una serie de requisitos, según indica el Informe 2019 sobre el estado del sistema educativo, elaborado por el Consejo Escolar del Estado. Estos son: tener una antigüedad de al menos cinco años como funcionario público; haber impartido docencia de al menos cinco años en alguna de las enseñanzas que ofrece el centro al que se opta; contar con una formación para el ejercicio de la función directiva (impartida por las administraciones educativas de las comunidades autónomas o el Ministerio de Educación y Formación Profesional); así como presentar un proyecto de dirección que incluya, entre otros, los objetivos, las líneas de actuación y su evaluación. Actualmente, las comunidades autónomas son las que regulan este proceso en el caso de las instituciones educativas públicas, por lo que los requisitos pueden variar entre ellas.

La selección de un director o directora de un centro público es responsabilidad de una comisión constituida por representantes de las administraciones educativas y, en una proporción mayor del 30 % y menor del 50 %, por el Consejo Escolar de cada centro educativo (representantes de familias, estudiantes y profesorado). No obstante, en algunas comunidades autónomas es la administración la que tiene mayor influencia en la selección, y la opinión del profesorado no cuenta tanto como debería, según fuentes consultadas.

Esta situación conlleva que los directores o directoras elegidos sean personas que no tienen relación previa con el centro educativo para el que fueron seleccionadas. "Lo ideal siempre será que el director o directora sea una persona vinculada al claustro de profesores en donde vaya a ejercer su función, porque así se dota de estabilidad a los proyectos y, sobre todo, vinculación con los compañeros", señala Nicolás Fernández, presidente nacional de la Asociación Nacional de Profesores Estatales (ANPE), en entrevista a Educaweb.

Por otro lado, en el caso de los centros privados y concertados, la selección de directores y/o directoras lo realizan los titulares de los centros, previo informe del Consejo Escolar. Por ello, en estos casos, no existe tanto desinterés por ocupar estos puestos, opinan en su artículo para Educaweb José Ángel Domínguez y Belén Labián, asesores de formación del Centro Regional de Formación del Profesorado de Castilla-La Mancha.

Una función con poco prestigio y retribución


El cargo de director o directora carece de prestigio y de reconocimiento social y económico, opina en su artículo para Educaweb María Amparo Calatayud, profesora titular del departamento de Didáctica y Organización Escolar de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la Universitat de València.

Asimismo, la remuneración económica por ocupar estos puestos no es suficiente para que los profesionales de la educación se postulen, coinciden las fuentes consultadas. Por ejemplo, los directores y directoras de centros en funciones en Asturias consideran que los ingresos que reciben por su trabajo son bajos y no se corresponden con las responsabilidades que conlleva, según concluye María González Álvarez, profesora de Educación Secundaria del IES La Quintana, en Asturias, en el estudio: Directores y directoras de los centros de educación infantil y educación primaria en la comunidad de Asturias. Percepción de su formación, funciones y competencias (2017).

Más tareas administrativas que de gestión pedagógica


Los líderes escolares pasan el 30 % de su tiempo realizando tareas administrativas y en reuniones y apenas el 16 % de su jornada laboral se dedica a tareas relacionadas con el plan de estudios y la docencia, como el desarrollo de dicho plan, observación de las clases del profesorado, la mentoría de los docentes, diseño u organización de actividades de desarrollo profesional para profesores o participación en la evaluación del alumnado, según el informe Guía del profesorado TALIS 2018 Volumen 1 (2019), de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Esta situación provoca que los profesionales vean la función directiva como una labor más burocrática que de dirección pedagógica, coinciden diversas fuentes, lo que los desmotiva a postularse al puesto de director o directora de centro.

Muchos docentes temporales y poca formación inicial en dirección de centros


El alto porcentaje de docentes temporales e interinos en los centros educativos no facilita que el profesorado opte a la dirección. "Dentro de este grupo estaría, obviamente, el profesorado interino, pero también aquellos funcionarios de carrera que no cuentan con destino definitivo en el centro educativo en cuestión y que, por lo tanto, su acceso al cargo de director se torna complicado", explica el profesor de Secundaria de Ciudad Real, Eduardo José Moragón, en su artículo para este monográfico.

Además, la formación en gestión directiva de centros en el currículo de la formación inicial docente es escasa o prácticamente nula.

Falta de identidad profesional


La Comisión Europea destaca en su informe Education and Training Monitor España 2019 que las asociaciones de directores de centros de enseñanza "citan la falta de identidad profesional de los directores y directoras como la razón por la que atraen a pocos candidatos o candidatas al puesto". Esto se debe a la temporalidad del cargo, al ser solo por cuatro años y tener la posibilidad de renovarlo una sola vez.

La titularidad, la zona geográfica y el tipo de centro


La titularidad de los centros, su tamaño y su zona geográfica influyen también en el desinterés de las personas por optar a la dirección.

"El desinterés por ocupar estos puestos incluso teniendo la acreditación y habilitación para optar a ellos nos los encontramos más frecuentemente en centros docentes de titularidad pública. Puede ser debido a que en los centros concertados y en los privados el proceso y designación del director o directora está regulado de forma distinta", señalan Domínguez y Labián, asesores de formación del Centro Regional de Formación del Profesorado de Castilla-La Mancha. No obstante, hay quienes aseguran que el desinterés para ocupar el puesto se da en todo tipo de centros. "Es una problemática común dado que no se ha sabido acertar con el modelo de dirección", opina por su parte Fernández Guisado, presidente de ANPE.

Asimismo, el tamaño del centro educativo condiciona, asegura Moragón, profesor de Secundaria, quien indica que no es lo mismo dirigir una escuela que solo ofrece Educación Infantil y Primaria, y que cuenta con una sola línea, que en un centro más grande que ofrece Secundaria y Formación Profesional. "La cantidad de trabajo que debe asumir el máximo responsable de este centro educativo es significativamente mayor que en el primero". La zona geográfica es un factor que también influye, dado que los centros rurales tienen más dificultades para encontrar un director o directora que desee dirigirlos, añade.

Fuente: Educaweb

No hay comentarios:

Publicar un comentario